La vuelta a casa

Aunque la aventura londinense se ha acabado, todo lo que ella ha conllevado aún se deja notar.

Para empezar, cuando volví a casa comí auténtica y genuina tortilla de patata de mi madre, la cual devoré como si no hubiera comido en meses, jaja. Además, las ganas de volver eran tantas que hasta el agua me sabía mejor que cuando me fui, jajaja. Aún me queda por ver a mis abuelos (que no saben que he vuelto y que el domingo se van a llevar la sorpresa de sus vidas), a mi hermano, mi cuñada y mi sobrina (la más guapa del mundo mundial). Tengo muchísimas ganas de verlos a todos porque los he echado de menos más de lo que esperaba, sinceramente. Especialmente tengo ganas de ver a mi sobrina, que quería venir a recogerme al aeropuerto el jueves, jajaja. Si es que es más cumplida ella, jaja.

También ha habido reencuentro con algunos de mis amigos, algunos por adelantado porque a Carles no esperaba verlo hasta hoy, pero lo vi ayer y me hizo mucha ilusión hacer nuestro saludo, jajaja. También me encontré con Sanchís, pero con el tengo que quedar con más calma que ayer fue de casualdidad y de fiesta y no es plan. El caso es que por la tarde estuve tomando algo con Eva y me lo pase muy bien y por la noche me fui de fiestecilla con todos estos, Jessica, las Natalias, Agustín, Laura y Rubén. También los echaba de menos. Y la verdad es que me sorprendió que nadie me dijera que porque esa decisión tan repentina, todos me entendieron, quizá me conocen mejor de lo que yo pensaba y eso me gusta.

Aún quedan bastante gente con la que encontrarme, pero poco a poco. Seguramente (o no) tenga tiempo de quedar con todos. En cualquier caso, que me alegro mucho de haber vuelto y que como parecer ser que todos me han echado de menos, pues vais a tener Ander hasta hartar, jajaja.

Un abrazo a todos!!!