Siguen las celebraciones: martes y miércoles de cumple

Hay mucho que contar, así que espero acordarme de todo. No he escrito antes porque aunque he bajado a Alicante prácticamente no he estado en casa, de hecho mis padres me han visto para el desayuno y alguna q otra comida, pero con algo de suerte, eso sí, jaja.

El martes celebré el cumpleaños con mi familia, vinieron a mi casa mis abuelos, mi hermano, mi cuñada y mi sobrina (la más guapa, lista, simpática y habladora del mundo mundial). Comimos muuuuy bien porque mi madre cocina muy bien y como buena abuela que es calcula la cantidad de comida siempre en exceso, nunca por defecto, así que nos pusimos muuuy gordos. Y aunque no había sitio, quedaba el postre, un tiramisú con dos capas de nata que podían haber ahogado a un caballo y una tarta de chocolate y galletas que estaba para chuparse los dedos. Yo colaboré a hacerlas, así que me sabían aún mejor. Tradicional partida de tute con mi padre, mi hermano y mi abuelo y tradicional (no tanto) derrota de mi abuelo y de mi hermano.

El miércoles iba a ser estresante, pero también prometía ser genial. Por la mañana había quedado con Víctor, Leti y Carlos en Elche para ver una exposición sobre carteles de la Guerra Civil. He decir que ni Carlos ni Víctor se acordaron de que era mi cumpleaños y no me felicitaron hasta que yo se lo dije... La exposición estuvo muy bien y es curioso ver como unas circunstancias tan duras agudizan el ingenio de los artistas. Después Carlos se empeño en entrar a ver el Belén Bancaja, un belén mu bonico, pero belén al fin y al cabo. Yo no quería, pero no pude luchar contra su profundo sentimiento católico y al final entramos. Para mi desgracia, el resto de visitantes eran niños y niñas de dos colegios privados de Elche y un grupete más o menos majo de mayorzuelos que estaban más entusiasmados que los niños. Lo único positivo, que hemos entrado en el sorteo de un viaje a Egipto para dos personas. ¿Quién se viene si me toca? Jajaja.

Después llegó Leti y nos tomamos algo en el Café del MAHE (el museo de Elche) con la idea de hacer tiempo para luego ir a la uni de Alicante donde habíamos quedado con el resto de la gente de clase para comer. Tanto tiempo hicimos que Carlos y yo, (Leti y Victor subían después de comer) perdimos el tren y cuando llegamos a la uni eran las 2, pero bueno, nos pudimos juntar con todos. Todos me felicitaron e incluso me cayeron regalos. María me regaló un libro sobre las vivencias de una mujer en la Segunda Guerra Mundial. Seguro que está genial, de momento se lo está leyendo mi padre, jaja. Con el libro iba mi jersey!!! el jersey que le di a María hace más de un año para que me lo guardara en su bolso y vaya que me lo guardó, un año entero para ser exactos, jajajaja. Lorena y Estefanía (chica human y lisensiada) me regalaron un poster con un colage de nuestras mejores fotos del último año. Me gustó muchísimo y cuando me instale en mi nueva habitación en Valencia va a ocupar un lugar privilegiado en la pared.

Comiendo con toda esta gente me llegó un mensaje de María Seguí que me felicitaba y me decía que nos veíamos esa noche para cenar. Me enteré en ese mismo momento de que había quedado para cenar, pero claro, no puse inconveniente, así que cuando me volví a mi casa se lo dije a mi madre y me miró con cierta mala cara, pero lo entendió, jaja. Cenamos en el VIPS entre llamada y llamada de gente para felicitarme, mi tía Mami, mis abuelos, Juantxo, etc. etc. Y así se acabó el miércoles, no sin antes encontrame de casualidad con Ximo, que aprovechó para felicitarme, y con él me fui andando para Carolinas, ya que vivimos relativamente cerca.

Así que resumen de esos dos días: muchas gracias a todos y a todas, sois los mejores, siempre lo he sabido pero ahora lo tengo aún más claro. Gracias a los que me felicitaron y a los que para evitar agobios lo hicieron al día siguiente, como mi hermano, jajaja.

Un abrazo!!!