YMCA, esa residencia

Aquí va la tan esperada entrada sobre la residencia. En primer lugar, decir que yo no soy quejicoso y que suelo adaptarme a cualquier situación bastante bien, pero es que en esta residencia…

Para empezar, se llama YMCA (leed las letras con pronunciación inglesa y entenderéis la preocupación de todos al principio, jajaja). Luego resultó no ser nada de eso, era peor.

La limpieza diaria de las habitaciones es, como mínimo dudosa, de hecho mi compañero de habitación y yo dejamos unos papeles en medio del suelo para ver si los recogían. ¿Resultado? Los papeles seguían en el mismo sitio de antes cuando volvimos a última hora de la tarde. Además, el lavabo iba adquiriendo una costra terroríficamente gruesa día a día. Como arqueólogo aficionado me plantee hacer un estudio de los diferentes estratos y ver si mi compañero de habitación había cambiado de pasta de dientes en los primeros 14 días, pero como no tengo casi tengo tiempo, pues pasé.

A esto hemos le he de sumar las cenas. Extraordinaria y genuina comida inglesa, es decir, todo soso e insípido, acompañado de salsas extrañas para intentar darle un poco de sabor, pero no lo consiguen. De hecho, los dos únicos días que he comido realmente a gusto tuvimos hamburguesa y lasaña, es decir, nada inglés. Pero aparte de la calidad, tenemos a la gente que trabaja allí (el staff) que son las personas más desagradables que he conocido aquí en Londres. Resulta que aunque en teoría es buffet libre, la comida está racionada, no podemos echarnos más que una cosa de cada. Hay un plato principal (también opción vegetariana) y unos acompañantes (SIEEEEEEMPRE guisantes y zanahorias cocidas y esas beans con tomate que desayunan los ingleses). Si se da el caso de que hay algo que no te guste (por suerte yo no suelo tener problemas para eso) y que quieras echarte el doble de otra cosa no puedes. En teoría (siempre en teoría), puedes echarte toda la cantidad que quieras de la enorme cantidad de ensaladas que tienen en el buffet (esa enorme cantidad se reduce a tomate, maíz, lechuga y atún, y si algo se acaba no se vuelve a reponer), pero toda esa cantidad es la que te quepa en un bol que nosotros podemos usar para las aceitunas del aperitivo, es decir, 3 rodajitas de tomate, un cuarto de hoja de lechuga y un puñadito de maíz. Si intentas echarte más de la cuenta tienes detrás a una tía con muuuuuy mala hostia y a un negro que debía trabajar como portero de discoteca pues es de 2x2 que te echan la bronca y en caso de que contestes te pueden llegar a echar del comedor.

Y para más guasa, hay cada personaje metido aquí dentro que da miedo, pero de verdad. Hoy mismo había uno cenando y ha ido a dejar la bandeja después de cenar y se le ha caído el bol de la ensalada al suelo. Nos hemos girado todos y hemos visto como se tambaleaba (claramente estaba borracho) y como ha visto que el bol ya estaba en el suelo pues ha dejado caer lentamente el resto de la bandeja y se le ha caído el plato y el vaso, todo al suelo. Un espectáculo. Pero además, están: la mujer barbuda (una mujer enooooorme, flatulenta y con más barba que yo). Una anécdota sobre esta mujer es que iba Jose en el ascensor con más gente y se rajó, se tiró un pedazo de pedo enorme y flatulento que apestó el ascensor. No contenta con ello dijo en inglés: sí, me he tirado un pedo, me he ido (literal!!!!!). También hay un grupo de negros que parecen recién salidos del Bronx de Nueva York. Van con pantalones anchos y con camisetas de equipos de baloncesto de Estados Unidos. Andan como si tuvieran una inflamación de testículos que pronto les llevará a la muerte y hablan con “eeeeey man!” y cosas por el estilo. Dentro de este grupo hay uno particular que a mí me recuerda al negro que salía en la película Scary Movie 2 que siempre iba fumado. Lleva el mismo pelo afro y también va siempre fumado. Bueno, esto es solo una muestra hay muuuuchos más.

De hecho, corre el rumor (casi totalmente confirmado por mi profesor) de que la residencia funciona también como centro de reinserción para presos. Y viendo las pintas y la forma de comportarse bien podría ser verdad.

Y todo esto es nuestra residencia, una pasada, a que sí???

Un abrazo a todos!!!