lunes, 22 de marzo de 2010

Mucho que contar, poco que decir III

Bueno, y aquí va la última parte de las Fallas, pero vais a esperar un poco que me noto con cierta hambre, ahora vengo (veis que esto es en vivo y en directo, eeeh?)

Ya está, ya puedo seguir. Pues eso, que la vuelta en tren fue muerte y destrucción, nos dormimos (como no podía ser de otra manera) todo el viaje de vuelta a Valencia y cuando llegamos al piso eran las 10 de la mañana. A pesar de eso y de llevar muuuchas horas sin dormir, Julia y Rubén se dieron una ducha y se fueron al centro de Valencia a ver la mascletà. Blanca y yo optamos por la opción de cama en 0 segundos y dormir hasta la hora de comer. Y así fue. El despertador sonó a las 15, nos levantamos, nos duchamos y comimos un rico arroz al horno que había preparado Jose con todo su amor para los resacosos alicantinos. Comimos con ansia y vimos el plan de la tarde. Yo había quedado con Claudio (un amigo del colegio) que subía a Valencia con unos amigos suyos, Julia y Rubén murieron en el sofá nada más tocarlo y en las posiciones más inverosímiles, y Blanca se enganchó a mi ordenador aprovechando mi ausencia. Bueno, Marta no aparece por aquí porque a estas alturas ya se había ido para Teruel y nos habíamos despedido de ella en el metro que nos traía para casa desde la estación de Valencia. El caso es que yo me fui para el centro sin haber conseguido hablar con Claudio y cuando llegué seguí sin poder hablar con él. Pasaba el tiempo y veía claro que no iba a poder quedar con él, así que me volví para el piso.

Para la noche el plan era Cremà y prontito a casa, que al día siguiente teníamos que madrugar. El plan se fastidió. Fuimos a cenar fuera, cerca de la Falla de la Plaza del Pilar que era la que íbamos a ver arder. Comimos en un cutrebar de tapas en el que nos sablaron 13 euros por unas tapas pequeñas y frías (excepto las bolitas de queso con sorpresa que estaban buenas y calientes). Nos fuimos para la Cremà criticando a los restauradores valencianos. Llegamos a la falla pronto, eran las 22:30 o así y la quemaban a las 0:00, así que había tiempo de sobra, demasiado quizá pues nuestro aburrimiento hizo que acabáramos jugando al veo veo (Sanchís, sé que te vas a reír al leer esto, pero sí, volví a jugar, con gente normal esta vez y me lo pasé bien, jajaja). Así pasaron los minutos hasta que la inteligencia valenciana volvió a aflorar. La falla esta situada en una plaza en uno de cuyos lados pasa una calle bastante estrecha (imaginaros una T con el travesaño vertical muy ancho y el horizontal muy largo). Vale. A primera hora de la noche habían dejado que toooodo dios entrara en la plaza, pero a las 0:00, momento en que deberíamos estar con la cara roja por el fuego, empiezan a echar a la gente de la plaza pidiéndole que se meta en la mencionada calle. Lógicamente, la gente se resistía porque si habían estado esperando un buen rato no era para meterse en una callejuela y no ver quemar la hoguera. Pero el caso es que a fuerza de empujar lo consiguieron y en la "la plaza" quedamos 4 afortunados.

Pero la inteligencia valenciana no solo afloró en estos momentos y es que a pesar de que la tenían que empezar a medianoche, fue en este momento cuando empezaron a retirar todos los focos que iluminaban la falla, y todos los carteles que anunciaban arroz La Fallera y Mercadona. Además, no os creáis que eran rápidos, noooo, era un tío con un camión con cesta y otro tío (con más pachorra que el anterior) en la cesta. Bueno, hacían tantas maniobras que más bien parecía que estuvieran desactivando una bomba termonuclear!!

Pero al fin, a la 1:15 de la mañana todo estaba desmontado y las 3/4 partes de la gente había sido expulsada de la falla. Apagan los focos, despliegan lonas para proteger a los edificios, prenden la traca que va a incendiar la gasolina y hacer arder la falla... y la traca se para nada más empezar (lerdos!!!!!!). Y te ves ahí al mismo tío que iba montado en la cesta con un palo largo con una mecha al final, accionando manualmente los fuegos artificiales y yéndose para detrás de la falla mientras todos decíamos ooohhh!! aaaahh!! uuuuhhh!! con los fuegos para reencender la traca y hacer posible que se quemara la hoguera. Se quemó, por fin, nos fuimos para casa y cuando quisimos darnos cuenta eran las 3 de la mañana. Yo me levantaba a las 5:45...

Un abrazo!!

2 comentarios:

chica human dijo...

blasfemoooooo! has terminado la actualizacion diciendo que era una hoguera nooooooo, no lo es, es una fallaaaaa!!! madre mia....no puedes comparar esos cuatro muñecos que vi en valencia, con los grandes monumentos de akiiiiii

uuuuuh, te odio!!

The Londoner dijo...

... es cierto, ha sido un fallo, pero son tantas las ganas que tengo de que lleguen las Hogueras que ya creo que todo lo que se planta en medio de las ciudades para ser quemado es una hoguera.

Sirve la explicación? Jajajaja