domingo, 21 de marzo de 2010

Mucho que contar, poco que decir

Holaaaa

Q título más chulo eeeh? (se me ha ocurrido sin más). En realidad, esta es una entrada con tres partes ya que tengo que contar el miércoles, el jueves y el viernes de esta semana.

Empecemos por el miércoles. Nos levantamos tarde así que no nos dio tiempo a ver la mascletá, pero bueno, comimos, nos duchamos y nos fuimos para el centro de Valencia para que lo vieran los londoners. No vimos demasiado, la verdad, mucha gente por todos los lados y las principales calles del centro cortadas porque ese día había empezado la ofrenda de flores a la Mare de Déu dels Desamparats y sólo veías falleras y minifalleras con ramos de flores. Esa tarde realicé varios descubrimientos. El primero es que odio a las mujeres mayores peliteñidas de rubio oro, y el segundo es bueno, así que luego os lo cuento. Estamos en la esquina de San Vicente Mártir con la Plaza de la Reina, todo atestado de gente por la incompetencia de la Policía Local de Valencia que , viendo que las aceras están llenas de gente esperando a que abran alguno de los pasos habilitados para cruzar la calle, no hacen nada. La gente se va acumulando y aunque nosotros no pensamos cruzar sino bordear la plaza no podemos pasar. En la misma situación se halla una simpática señora (la peliteñida) que pregunta que por qué no pasamos. Educadamente le respondo que porque hasta que la policía no abra el paso, la esquina no se libera de gente y no se puede pasar. No contenta con la explicación de alguien que le saca dos cabezas, decide pisarme el pie, ponerse delante y deleitarse con la visión de sobacos y nucas del resto de la gente porque su altura no daba para más. Después de eso, decido que lo mejor es esperarse a que abran el paso. Menos mal que al final (aunque sea al final) prima la inteligencia.

No obstante, realicé un gran descubrimiento posterior que me curó los males y es que en una perpendicular a la C/Colón hay una cervecería de Guinness que te ponen cervezas especiales. Si el jueves me dice el médico que mi hígado está sano, iré a beberme una en honor a los irlandeses y a San Patricio, ya que ese miércoles no pude hacerlo. El plan para esa noche era cenar fuera aprovechando que venía el hermano de Jose, ir a ver los fuegos y salir de fiesta, pero como yo me tenía que volver a Alicante en el primer tren del jueves, yo sólo fui a la cena. Cenamos en un buffer libre chino que está cerca de casa y nos pusimos como el kiko, de esas veces que sabes que no puedes más pero como sólo te has levantado dos veces a por comida tienes que levantarte una tercera para no quedar mal y que no parezca que no amortizas el buffet libre. Pues eso pasó. Y para rematar, helado de chocolate y de turrón.

Pasamos ahora al jueves, el día más largo y raro de cuantos ha habido en Fallas.


No hay comentarios: