martes, 9 de marzo de 2010

Y mira que me río y todo

Holaaa

Para empezar y cumpliendo los deseos de Chica human, me veo obligado a decir que el fin de semana en Alicante ha sido increíble, de esos que no te cansarías de repetir y repetir. En algunas cosas podría haber ido mejor, pero por otro lado, estoy convencido que esas cosas que durante este finde eran mejorables, me supondrán un gran beneficio a corto plazo, seguro! Y es que, independientemente de esas cosas reguleras, con lo que me quedo del finde es con los amigos y amigas que tengo, que son lo mejor de este mundo y que nunca les podré agradecer que estén siempre conmigo, sea para un roto o para un descosido.

Y después de este momento moñas solicitado por Mafi (es la misma que Chica human, pero es que tenemos mucha forma de llamarla siempre evitando decir su nombre), pasamos a ver como fue mi día de ayer. Obviamente en el tren me quedé dormido, y eso de llevar a mis espaldas más de 10 viajes Alicante-Valencia a las 7:20 de la mañana me está creando una habilidad increíble para dormirme en cualquier posición que adopte en el tren. Ayer mismo, estaba leyendo un poco nada más montar en el tren mientras llegaba el revisor, porque no hay nada peor que vayas dormidito y el revisor te despierte, que das un brinco en el asiento del que es consciente todo el vagón, incluso aquellos que por ángulo de visión no pueden verte. Pues bien, hice toda la fuerza que pude para no dormirme, pero el revisor tardó demasiado y me dormí. De todos modos, antes había dejado estratégicamente situado mi billete en el asiento de al lado para ver si era lo suficientemente perspicaz para cogerlo sin despertarme, pero no pudo ser, y di el brinco. Después me costó un poco coger nuevamente la posición, pero lo conseguí y continué dormido hasta casi llegar a Valencia. Una cosa que me resultó curiosa pues es la primera vez que lo veo, es que el Turia llevaba agua, y bastante, la verdad. No era el típico reguero central que deja ver todos los márgenes y las piedras del fondo. No, no, todo el cauce estaba cubierto por agua, digno de ver.

Luego ya en Valencia hacía frío, tiempo loco que hace que la semana pasada fuera en manga corta y que ahora esté escribiendo y me duelan las manos del frío. Pero bueno, para bien o para mal, le quedan un par de semanas al invierno y más aquí, en Levante. Como suele pasarme la mayoría de los días, comí más tarde de lo previsto y se me echó el tiempo encima. No me dio tiempo a fregar los cacharros porque eran ya las 15, menos mal que Jose es un compañero muuu majo y lo fregó él por mí. Mis clases de ayer fueron divertidas, que no útiles. A medida que avanza el máster he tenido que rebajar mis expectativas y conformarme con no aburrirme, sin intentar que las clases me formen como docente, triste, lo sé, pero cierto al fin y al cabo.

Y ayer para cenar, tortilla de patatas y salmorejo (plato típico de Córdoba que hizo Jose). Como disfruté cenando, que rico está el salmorejo. Desde la primera cata quedó incorporado directamente a mi recetario mental y en cuanto pueda usaré nuevamente a mis amigos y amigas de Alicante como conejillos de Indias de mis intentos culinarios.

Y eso es todo por el momento, ahora a hacer alguna cosilla por aquí y a empezar con el papeleo de la Beca-Préstamo.

Un abrazo!!

2 comentarios:

chica human dijo...

uooooh que privilegiada me siento de aparecer durante tu actualización. Has hecho bien en no desvelar mi verdadero nombre, porque si todo el mundo se entera de quien soy me haria muy famosa y quiero mantenerme un poco en el anonimato...

Con respecto al samorejo, me ofrezco voluntaria para probarlo, la madre de una amiga mia lo hacia cuando éramos pequeños, pero yo nunca quise probarlo...asi que ya va siendo hora de hincarle el diente...

The Londoner dijo...

Va a ser difícil hincarle el diente porque es una especie de gazpacho, pero yo te lo hago, no te preocupes, jaja.