Prestamizado y desalcoholizado

Holaaa

Ayer no actualicé porque en realidad no había mucho que contar, pero hoy sí, así que lo cuento todo hoy. Las clases del miércoles fueron de lo más aburridas, como siempre realmente, pero bueno, cada día que pasa es una victoria.

Hoy tenía que recoger los resultados de los análisis que me hicieron la semana pasada y la verdad es que los resultados no eran los esperados. De todas formas, no hay que preocuparse. El hígado sigue alterado y todos los indicadores están por encima de lo normal. Puede deberse a que los efectos secundarios de la medicación que me provocó la inflamación del hígado sigan ahí y por eso han salido altos los valores. En cualquier caso, la semana que viene me harán otro análisis para descartar que pueda ser algo más, pero nada serio.

Por otro lado, también ha habido una noticia buena, buenísima de hecho y es que me han dado la beca-préstamo. Eso me garantiza el dinero suficiente para acabar este máster y para irme el año que viene a Madrid para hacer el de Historia Contemporánea, que es el que realmente quiero hacer. Así que, por ese lado, feliz de la vida. Para celebrarlo me he ido con Jose y con unas compañeras suyas de clase a ver la mascletá y a comer por el centro. Luego he llegado tarde a clase, pero no os preocupéis, le he echado un poco del mismo morro que llevan echándole los organizadores del máster durante algunos meses y he puesto mi firma a última hora para dejar constancia de que estaba en clase.

Después teníamos una reunión sobre el tema del Prácticum. Como va siendo costumbre en mi queridísimo máster sólo nos han reunido para decirnos, esto es lo que hay. Nos han preguntado que si teníamos dudas y al decirles que obviamente sí, nos han aclarado que nos podíamos dirigir a la planta de plástico que había en la entrada, porque nos iba a solucionar exactamente lo mismo que ellos. No ha sido así en realidad, pero no vamos, que el resultado ha sido el mismo. No han podido solucionar ninguna de las preguntas planteadas, salvo decir que todo es culpa de la Conselleria, de lo cual deduzco que la Conselleria es mala malísima y es culpable de que los calvos sean calvos, de que los gordos sean gordos y de que los que la tienen pequeña la tengan pequeña.

Fuera de esto, esta noche me voy a cenar con Marta y con unas amigas suyas, no sé lo que aguantaré, pero al menos un poco de fiesta me daré, que teniendo el día que he tenido no me vendrá mal.

Un abrazo!